Cibercultura. Colaborativo 1- Redes sociales.

¿Que es una comunidad virtual?

Una comunidad virtual es un sitio creado por una o más personas que establecen relaciones a partir de temas comunes. Dialogan, discuten, opinan, mientras su identidad real, incluso su identidad social, puede permanecer oculta. Cada comunidad, llama también "aldea", elabora un código de acuerdo a las diferentes hablas y precedencias de sus integrantes. 

Sus miembros crean páginas, publican eventos, administran sus foros de discusión, salas de chat, álbumes de fotos, y archivos para compartir.


Es un espacio digital que sirve para relacionarnos usando las redes sociales del mundo digital. Una comunidad es un “grupo de personas que interactúan entre sí (unos generando contenido, otros observando únicamente) y se comunican con un objetivo (tema) y con una identidad común (concepto, producto o motivación) que les otorga un sentimiento de pertenencia.” Debemos tener en cuenta que una comunidad virtual no es una red social. No sigue la misma estructura jerárquica. Sus miembros son individuos que buscan compartir información y se clasifican en distintos roles, según su grado de implicación en la misma. Dependiendo del objetivo de la comunidad, habrá mayor o menor porcentaje de unos en favor de otros.
Pueden participar todas aquellas personas que tengan algún interés particular, ganas de comunicar sus pensamientos, intercambiar información, y sentirse parte de un grupo con sus mismos anhelos. El acceso a las "aldeas" es gratuito. Pero en algunos casos se encuentra restringido, ya que existen comunidades "públicas abiertas", "públicas cerradas" o "privadas”. Las comunidades "públicas abiertas" son colocadas en buscadores y los usuarios pueden unirse sin pedir autorización al Fundador. Las comunidades "públicas cerradas" son puestas en buscadores pero el Fundador debe autorizar a los usuarios para que ingresen, enviándoles un código luego de que hayan respondido algunas preguntas. 

La Historia de la Comunidad Virtual.


Se denomina comunidad virtual a aquella comunidad cuyos vínculos, interacciones y relaciones tienen lugar no en un espacio físico sino en un espacio virtual como Internet.

La idea de las comunidades virtuales surge cuando aparece Internet, y en el caso de comunidades no informáticas mucho más anteriores a la invención de la misma radio. La primera comunidad virtual nace en la década de los 70's, si bien no es hasta los años 90 cuando se desarrollan de forma exponencial y se convierten en accesibles para el público en general, todo ello gracias al nacimiento de la World Wide Web (WWW) y la generalización de herramientas como el correo electrónico, los chats o la mensajería instantánea. Hasta ese tiempo, su uso quedaba limitado al ámbito científico y a los expertos en informática.

Los usuarios civiles, sin acceso a Internet, implementaron y popularizaron el uso del BBS o Bulletin Board System (Sistema de Tablón de Anuncios), un sistema que funcionaba mediante acceso por módem mediante línea telefónica a una central (el BBS) que podía basarse en una o más líneas telefónicas. En los BBS era posible entablar conversaciones, publicar comentarios, intercambiar archivos, etc. Por lo mismo que era accedido por línea telefónica, eran comunidades independientes. Era muy común en la época que individuos particulares utilizaran sus equipos propios de casa para proveer el servicio hasta con un solo módem de entrada.

Hoy en día, las comunidades virtuales son una herramienta muy útil desde un punto de vista empresarial, ya que permiten a las organizaciones mejorar su dinámica de trabajo interno, las relaciones con sus clientes o incrementar su eficiencia procedimental.


El auge y crecimiento de las tecnologías:
En Colombia ante el auge y crecimiento de las tecnologías de la información, ha tomado importancia la Cibercultura en la convergencia digital de la sociedad llegando en ocasiones específicas a ser determinante para la toma de decisiones o cambios que se requieren para determinada acción en un área específica.  El crecimiento de este fenómeno digital abarca todos los niveles sociales como medio de comunicación para transmitir información e interactuar con los demás. Las nuevas tecnologías traen consigo nuevas opciones educativas que están trasformando los sistemas de enseñanza a nivel nacional como internacional y consigo trae grandes y nuevos cambios tanto en la formación docente como en los programas educativos.

Las ciudades son hoy en día informacionales porque en ellas está presente una promesa que es la del horizonte tecnológico. Las tecnologías se asentaron primero en los hogares, haciendo posible los "hogares electrónicos". La gente puede disfrutar de imágenes, sonidos, productos de consumo mediático de manera que la función de las ciudades cambiarán. Claro, no todas porque el propio desarrollo de las tecnologías está condicionado por la adopción de políticas públicas, modelos económicos, formas de gobernabilidad, aplicación o no de un modelo democrático con participación ampliada y el famoso acceso igualitario a las tecnologías como función de derechos civiles. Las nuevas tecnologías de la comunicación se entrelazan estrechamente con los cambios sociales y culturales así como con la transformación de los lenguajes y las narrativas. Como resultado de la convergencia de esos cambios surgen nuevos conceptos para aprehender nuevos modelos relacionales. Uno de estos conceptos que definen la “sociedad de la información”, “sociedad red” o la “sociedad conectada” es el de “cibercultura”.


La investigación sobre ciberculturas se ha iniciado recientemente como consecuencia del acelerado proceso de advenimiento de la sociedad tecnológica. Bauman ya advirtió en la década de los noventa de que era necesario romper la dicotomía sujeto-tecnología y trabajar la ambivalencia realidad/virtualidad como producto humano (Bauman, 1990). Es, por tanto, imprescindible integrar la tecnología en el ámbito de análisis de lo social y lo cultural (Feenberg, 1999), con el fin de conocer la pluralidad de dimensiones que caracterizan a nuestra existencia en la sociedad de la información.

De hecho, la cibercultura, entendida como el conjunto de sistemas socio-técnico-culturales que tienen lugar en el ciberespacio (Lévy, 2007: XV), empieza a transformar los imaginarios y los discursos de los cibernautas a través de saltos e interacciones constantes entre la “interfaz” y el “mundo real”. Las prácticas en línea comienzan de este modo a desbordar la virtualidad y a irrumpir en la realidad de los sujetos más allá de lo imaginado. Las transformaciones que estamos presenciando en estos estados de zapping actitudinal entre lo virtual y lo real van configurando nuevas nociones del “ser” y novedosas expresiones y modos de representación del sujeto y la colectividad en línea.

Los peligros de las comunidades virtuales:

En los últimos años ha surgido cierta preocupación en relación con el impacto negativo de las nuevas tecnologías de información y comunicación. Esta preocupación está centrada en la desazón de personas que narran sus vicisitudes o las de sus conocidos sobre cómo fueron lesionadas en sus derechos o intereses y cómo el sistema de administración de justicia no ha podido corregir la situación. Estos impactos negativos se relacionan también con el ciberdelito, la pornografía, la difamación, entre otros. Debemos de resaltar las desventajas de las comunidades virtuales: Adicción, Anarquía, Malformaciones en el idioma, Acceso a contenidos inadecuados, Carencia de cortesía, Disminución generalizada de la actividad física, Disminución de la sociabilidad, Rechazo a dedicar tiempo extra en actividades fuera de la Red, Deseo de estar más tiempo frente a la computadora, Desmitificación de una imagen real, Falsificación y alteración de información, Temas triviales que no logran el desarrollo, Exceso de información: Intoxicación, Fraude, Violación al derecho de autor, Brecha digital, Poca privacidad, Ataques de crackers, Dependencia, Peligros informáticos: virus, publicidad sospechosa.

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