PSICOLOGÍA: TRABAJO COLABORATIVO 1

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

CONSTRUCCION SOCIAL DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA

TEXTO ACADEMICO

Observacional mente, y desde un punto de vista muy amplio, podemos llamar texto académico (TA, de aquí en adelante, para abreviar) a cualquiera de las producciones orales, escritas, audiovisuales, etc. que tienen lugar en el marco de las actividades científicas y universitarias, que responden típicamente a la intención básica de producir o transmitir conocimientos sistemáticos de alcance social y cuyos destinatarios son los miembros de las distintas comunidades científicas y universitarias a nivel local, nacional o transnacional. TA son, por ejemplo, un artículo de una revista especializada en alguna disciplina, una clase magistral de apertura de un curso universitario, un trabajo de grado o de ascenso, una ponencia en unas jornadas de investigación, un registro documental en video acerca de un hecho bajo estudio, etc. No serían, en cambio, textos académicos cosas como las películas de las salas de cine o TV, las obras literarias, los documentos religiosos, las alocuciones políticas, las comunicaciones cotidianas, etc. En síntesis, si presuponemos una definición ordinaria de lo "académico" como un ámbito particular en que se desarrollan actividades de producción y transmisión del conocimiento institucionalizado, entonces serán textos académicos todos aquellos productos comunicativos (físicamente perceptibles o "leíbles") que se generan en ese ámbito. Las universidades, los centros de investigación y, más en general, las organizaciones vinculadas al conocimiento sistemático-socializado constituyen las "academias", es decir, las entidades donde se genera ese tipo de textos. Es por eso que el TA tiene un carácter eminentemente institucional y corresponde a un esquema comunicativo particularmente diferenciado de los esquemas individuales, domésticos o cotidianos, en el sentido de que pertenece al género de los comportamientos formales y altamente regulados desde el punto de vista social: es un hecho eminentemente trans-individual o supraindividual.


Según esta definición un texto académico tiene los siguientes elementos básicos:

•      Es una producción que puede ser realizada en diferentes formatos: Oral (una conferencia por ejemplo); escrito (un libro o un artículo); audiovisual (un documental, una película, un informe en vídeo). Es decir, el formato no es lo que importa sino la raíz de la información.

•      Es fruto de actividades científicas o académicas. Puede ser una tesis (pregrado o posgrado) o un proyecto de investigación o una investigación profesional o universitaria. Eso implica que es distinto a un ensayo (donde, como la palabra lo dice, un autor ensaya una hipótesis o una opinión) y a cualquier información de divulgación (que puede o no ser fruto de investigación).

•      Está en el marco de una intencionalidad clave en la academia, es decir, producir conocimiento.

•      Pero no sólo es producir, sino que también procura transmitir dicho conocimiento. Investigación que no se publica o edita, no sirve, queda encajonada y no es útil. El conocimiento se nutre de muchas mentes que trabajan de manera aislada, pero en conjunto van produciendo nuevos horizontes de información.

•      Se distingue porque los destinatarios no son el público en general, sino en primer lugar las comunidades académicas y científicas. Eso implica que en muchos casos el lenguaje que se usará no es coloquial y habrá momentos, que sólo los que estén familiarizados con un determinado campo del saber podrán entender. Pero no tiene nada de snob, simplemente, es parte de la intencionalidad de transmitir a un grupo en especial.

•      Finalmente, tiene alcances mundiales. La ciencia no se hace en solitario, es una labor comunitaria. Lo que uno descubre se suma a lo que otro investigador encuentra, en la suma total de esos pequeños descubrimientos se va haciendo ciencia.

Por lo tanto, un texto académico no es de información coloquial ni basada en opiniones, es estrictamente construida sobre la base de información probada o atestiguada por otro experto. De allí que la mayoría de los textos académicos contengan numerosas referencias a textos anteriores que de algún modo validan la información que se está ofreciendo en el texto en particular que se presenta a la comunidad científica.

Es muy importante señalar fuentes, porque los investigadores que leen pueden ver sobre qué ha construido la información la persona que está haciendo su informe. No se trata de copiar, sino de evidenciar que se tiene referencia de la información que ya es parte de la academia.

Por otro lado, un elemento que la definición da y que dejamos para el final, es señalar que el conocimiento que se transmite en el texto académico es sistemático, es decir, no es simplemente producto de un momento o de una inspiración tipo “¡eureka!” sino fruto de la labor conjunta de las muchas investigaciones realizadas antes. Eso es lo que hace interesante una investigación. Por lo mismo, la búsqueda de información no es tangencial, sino fundamental, porque permite establecer qué se ha hecho hasta el momento y el investigador puede definir en qué sentido su investigación será diferente a lo realizado hasta el momento.

En otro post, probablemente, analizaremos textos académicos en formatos no escritos. En este momento un poco señalar la forma en que surgen los textos académicos, que pueden ser variados:

•      Tesis: Trabajos realizados para finalizar estudios de pregrado y posgrado. En general, aunque tienen un trasfondo diferente y una profundidad distintas, las tesis de licenciatura, maestría y doctorado, tienen un componente que las hace muy importantes a la hora de aportar en la investigación. Son fruto de un trabajo sistemático, metódico y dirigido. Eso exige que muchas de las variables de un trabajo no profesional sean disipadas. Hay que defender ideas, procedimiento, metodologías y el sin fin de detalles con los que se arma una tesis. Por esa razón, muchas tesis se convierten en artículos académicos (a veces, varios a partir de una tesis) y en libros que son un verdadero aporte.

•      Asignaciones profesionales. En general, son trabajos de investigación que se realizan en el contexto de un proyecto de investigación institucional (en el caso de universidades) o de mejoramiento de un producto (en el caso de empresas), o de búsqueda de soluciones (en caso de empresas farmacéuticas, ingenieriles, etc.). Quienes realizan estas investigaciones no son neófitos, sino profesionales, que dedican años a la investigación y que son expertos en áreas diferenciadas. No todos los resultados se publican para el público masivo, a veces, porque son parte de investigaciones industriales o donde hay en juego patentes, no obstante, en algún momento se dan a conocer detalles que van aumentando la información científica.

•      Investigaciones particulares. Mucho del conocimiento científico avanza por la curiosidad de personas individuales que deciden realizar verdaderas cruzadas de investigación. Sin embargo, muchos de esos descubrimientos no se materializan necesariamente en investigaciones publicadas.
Por otro lado, está el entender cómo son difundidas habitualmente las investigaciones, de las que hemos mencionado anteriormente.

•      Artículos: Es la forma más común. Se publican en revistas académicas que son arbitradas, es decir, los artículos, antes de su publicación son examinados por expertos en el área que le hacen sugerencias de fondo y forma al autor. Habitualmente es en referato ciego, eso quiere decir, que ni el autor ni los críticos conocen quién crítica ni a quién lo hacen. Eso garantiza imparcialidad y evitar el sesgo de la cercanía o conocimiento. Sólo se analiza el texto escrito, nada más.

•      Ponencias: Los congresos y simposios son, en primera instancia, el momento en que los investigadores exponen ante grupos de personas expertas y del área, los conocimientos que han logrado. Al hacerlo de esa manera, en una exposición pública pueden tener una retroalimentación muy importante para hacer mejoras al trabajo y exponer de manera objetiva y ante el escrutinio de otros los resultados a los que se han llegado. Muchas ponencias son publicadas, otras sólo sirven para dar forma a otros trabajos posteriores.

•      Libros: A veces los libros son tesis que se han convertido en libros, y otras veces, investigaciones que se han ampliado hasta formar un texto. La única dificultad con el libro es que a menudo entre la creación del mismo y  el momento en que ve la luz pública ha pasado mucho tiempo, a veces, más del necesario. De todos modos, sirve para dejar plasmada de manera más amplia una investigación.

•      Trabajos no editados: A veces son papers (artículos para discusión) o mono-grafías de trabajo que son de circulación restringida. Se utiliza en empresas, universidades e incluso entre investigadores para exponer sus ideas. Una gran cantidad de esta información no se publica, a lo más, algunos de estos trabajos van a parar a la sección de archivos de algunas bibliotecas que tienen secciones para recibir materiales no publicados.

CÓMO SE ESCRIBE UN TEXTO ACADÉMICO

Para empezar a redactar, se debe delimitar el tema a partir  del  tema  general  que  se  quiere  o  se  debe investigar.  En  este  caso,  el  tema  general  es  el siguiente: “las carreras profesionales y su aplicación en  el  Perú”.  Para  poder  delimitarlo, se realiza  una investigación en torno al tema general, lo cual incluye, necesariamente,  la  consulta  de  fuentes  relevantes que  apoyen  el  desarrollo  de  las  ideas.  Luego,  se delimita el tema respondiendo a una pregunta: “¿En el Perú,  en qué  áreas o  ámbitos  específicos puede intervenir  mi  carrera  de  manera  productiva?”.  A partir de ello, se reflexiona acerca de la labor de la carrera y en qué ámbitos esta puede mejorar los procedimientos existentes o implementar nuevos.

PROCESO A SEGUIR PARA REDACTAR UN TEXTO ACADÉMICO

•      Primera etapa: elegir un tema, obtener información de distintas fuentes (libros, revistas, Internet, etc.), delimitar el tema.
•      Segunda etapa: seleccionar las ideas principales y las secundarias encontradas en las fuentes consultadas, organizarlas en un esquema que asocie cada idea principal y sus ideas secundarias con un párrafo.
•      Tercera etapa: redactar una versión preliminar del texto de acuerdo al esquema. Conectar las ideas.
•      Revisar el texto preliminar para obtener el texto final. 

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