INVESTIGACION
➤ ENSAYO CULTURA DE LOS PASTOS - NARIÑO
Los Españoles encuentran al pueblo Pasto, este pueblo es una representación
indígena importante ubicada en las poblaciones que actualmente son el
departamento de Nariño y Putumayo y piedemonte Amazónico, los asentamientos se dieron en la cordillera occidental, llegando hasta el norte de Ecuador, en límites con el pueblo del Chota.
Hablando del origen de los
pastos, está representado de manera mitológica, en diversos escritos donde se
habla de un volcán y allí un ser que habita como padre, ese ser que está
arriba, que es fuego y vida y al que hay que llegar hasta allí para poder
comunicarse.
En esta comunidad se adquiere la
palabra “pacha mama” como significado a la tierra y Tola de camur, como vientre
del cerro del cumbal, donde está el cacique padre, cumbe; porque el cumbal
representa totalidad.
En la cultura de los pastos el
nombre que lleva un poblado tenía su propio significado, porque viene de
“matrimonios” que complementándose entre sí, dan origen a una identificación.
Por ejemplo: la comunidad de Pastasa (hoy Aldana) surgió del matrimonio
entre el cacique Pastás y la cacica Ancayllá que vivía solo en la
parte de arriba (del actual Resguardo) y la cacica que vivía en
la parte de abajo. Igualmente, la comunidad de Muellamués que tuvo
su origen en el matrimonio del cacique de arriba, Don Diego Muellamues
y la cacica de abajo, Doña Aurora Cervatana.
Don Juan
Chiles, en 1700, dice que
“somos como el agua, la piedra y la espuma, porque mientras el agua dice
vámonos, la piedra dice quedémonos y la espuma dice bailemos”
En sus inicios fue un pueblo que tuvo que abandonar hasta su propia forma
de vestir, pues la civilización había generado de ellos personas aisladas,
perdiendo la identidad de todo tipo.
Pero después de una década, se congregan, para participar activamente de lo
que sería el Movimiento de Autoridades Indígenas del suroccidente Colombiano,
para dar fin al trato que las autoridades del Estado daba a su comunidad, y en
ese afán de rescatar su esencia, sus tradiciones, su cultura y autonomía de sus
tierras, chocan con las estructuras del
estado nacional quienes para inicios de la década de los ochenta imponen
descentralización administrativa. Por lo tanto dan marcha hacia Bogotá, para
reclamar por la libertad de su pueblo.
Al mismo tiempo otros grupos sociales presionan porque el centralismo que ejercía
el estado sea reformado, y bajo la conveniencia del mismo estado que les
interesaba acondicionar su forma
política de gobernar; dan lugar a la constituyente la cual hace que los grupos
étnicos integren participativa y
activamente la constitución.
Esto hace reflexionar a los indígenas, en la necesidad de organizar su
sistema interno, pues su autonomía sobre las tierras empezaba a recuperarse,
ahora la responsabilidad estaría en sus manos y era importante “empezar
arreglar desde su propia casa”, para incluirse
en los diversos grupos sociales, de forma organizada.
Para su identificación será necesario tomar
apuntes de aquellos estudios que se han realizado del pueblo pasto.
“González
Suárez (1902) dice que es un gentilicio propio de la lengua castellana,
relativo a la fertilidad herbácea de las tierras que ocupaba esta población.
Jijón y Caamaño (1952) asegura que viene del
idioma cuayquer, relativo a pattstan, que significa alacrán, con
lo cual, con alguna connotación totémica, resultarían los pastos como el pueblo
de los alacranes.
Con cierta
similitud se manifiesta a su vez que este gentilicio estaría ligado al nombre
del principal río que recorre estas comarcas: el Guáitara, rio que antes
era conocido con el nombre de Pastará, es decir: alacrán. (Mejía 1934).
El profesor
Aquiles Pérez (1958) liga la palabra Pastos al concepto dieciséis, y
familia antigua; dieciséis, por la voz cayapa: pasto y familia antigua
de acuerdo con la lengua páez, considerando que en páez pas significaría
tribu o familia y tax: raíz.
Eduardo
Martínez (1977) considera que en tal sentido no traduciría pastos sino pastas.”
Pastas es uno de los apellidos más
tradicionales hasta la actualidad y el nombre ancestral de una de las
comunidades que persisten como indígenas pastos; además, tanto en esta
comunidad como en Muellamués, pastas es el apellido del cacique primordial que
vino de arriba, como del Ecuador, para casarse con la cacica y
constituir la primera humanidad de estas micro sociedades.
“También comarcan con éstos, otros pueblos cuyos
nombres son: Ascual, Mallama, Tucurres, Zapuis, Iles, Cualmatan, Funes, Todos
estos pueblos tenían y tienen por nombre Pastos y por ellos tomó el
nombre la Villa de Pasto, que quiere decir población hecha en tierra de pasto”.
(Cieza de León 1962: 111).
Así se conoce
la denominación del nombre pasto, aunque en la historia no existe un registro oral o escrito de algún debate
que haya tenido como fin el nombre y gentilicio de pastos e igualmente con los
limites espaciales generales específicos.
Otro componente
incierto es su lengua. A continuacion unos investigadores con sus hipótesis,
del origen de la lengua:
“alero, 1991:49) Loukotka (1968) ubica el
idioma Pasto en el grupo Barbacoa de la familia Chibcha, junto a otros
que según González Suárez (1902), estuvieron presentes entre los pastos como el
Cuaiquer, el Muellamues, el páez, el colorado y el Cayapa. Martínez
(1977) acepta que el Cuaiquer y el Muellamués fueran dialectos del Pasto prehistórico.
Otros, no muy lejos de los anteriores, conciben estas lenguas locales de
filiación macro-Chibcha y Arawak (Caribe y Tupi), llegadas por la vía de las
lenguas serranas y costeras con cuyos pueblos se desarrolló una fuerte
comunicación, intercambio y comercio. (Ramón, 1990; Forero 1974;
Hartaman, 1979). Hay diversas hipótesis
y por asentamientos de otras comunidades en el pueblo pasto, se deduce que su
lengua sea el quillacinga
Sin embargo se
descarta que el Cuaiquer sea el idioma de los pastos y que su lengua si sea el quechua, punto en el que
muchos convergen por la presencia de los
españoles de la época en la colonización
quienes para comunicarse necesitaban establecer un idioma, por la
complejidad que traían los otros idiomas y dialectos que hablaban los indígenas.
Esta anotación
que se toma de: “Ramírez de Jara 1992.
La tendencia se inclina por aceptar que la mayor influencia viene del Quichua
por la presencia de grupos y pueblos desde el Perú y Bolivia por la vía del
sur-oriente, desde tiempos muy remotos.”
En cuanto al
espacio y el tiempo, de donde quedaba el Norte y el Sur, lo que quedaba arriba o abajo, por fuera o dentro, por atrás
o delante, por encima o debajo. El ser
humano se convertía en animal que eran
dos y tenían poderes iguales, pero que a su vez uno era más fuerte que el otro,
porque uno era negro y otro blanco; como en el caso de la leyenda de dos viejas
indias poderosas que parecían codorniz,
que parecían brujas, ellas realizaban un baile en el momento, el tiempo, el
lugar preciso, donde una, lo negro; representaba las riquezas, el oro, la
fuerza, la vida después de la vida, bajo la tierra, lo fantástico, lo
espiritual; y la otra lo blanco, lo normal, lo de aquí, la vida, el cielo, las
montañas, los Andes, las provincias Ipiales, Tuquerres; que después de este baile se encontrarían con
la cara opuesta, una mirando al oriente y otra al occidente, allí paraban y así
se decidía lo que quedaría para allá (oriente) y lo que quedaría para acá (occidente).
Leyendas que
son narraciones, que son historias, que
cuentan una verdad, en lo que queda
petrificado en el mundo el cerro Gualcalá, que tiene características, la nariz,
la boca, la falda y el sombrero, la nariz del diablo por donde se desemboco el
mar y que después de que despierte el que perdió todo volverá a ser de otra
forma; pero a su vez esto es como un sueño donde no hacen presencia directa los
poderes, espacios y tiempos contrastados. Son espacios, tiempos o poderes de
tránsito, en trance, umbrales, límites o si se quiere no tiempos, espacios ni
poderes; sueños que cuando se despierta todo está suscitado, definido,
sucedido.
Ahora la territorialidad de los Pastos, es la comprensión de la estructuración
transversal y vertical del bloque montañoso, de las ecologías y sus múltiples
recursos que se distribuyen desde la selva Amazónica hasta el mar Pacífico y
desde los nevados hasta los guaico, la formación territorial, permitiendo la
unificación y variedad entre las tierras altas y bajas y la relación entre la
selva, la sierra y la costa.
En la
producción agraria, se lidera por la dualidad de producción de tubérculos y la producción
de maíz, que en la estructura macro, significaría
la dualidad de tierras frías-guaicos y en la estructura micro, la dualidad de
tierras altas-tierras bajas. Entre la sierra y el guaico, la tierra de clima
medio producen variedad de tubérculos como de maíz
Por supuesto
junto a los tubérculos como la papa, la oca y el maíz, hay una variada
producción de otros, que pueden ser autóctonos
y otros que se han implementado para su producción, como: la cebolla, el
frijol, calabaza, la quinua, choclo, cebada, arracacha, yuca, guineo, plátano,
café, caña de azúcar y variedad en la producción de frutas. Se tiene en cuenta
otros componentes duales con los productos agrarios, en su función y
aprovechamiento ligados al simbolismo y la cosmología espacio-temporal,
expresados a través de los colores: blanco y negro o claro y morado; de los
sabores, dulce y amargo; de la textura: blando y duro, seco y aguado o la densidad, pesado y liviano
La comunidad
de los pastos, representa una gran ciencia que consigo trae diversas formas de
convivencia, alimentación, lengua, idioma, identificación, cultura, mitos y
como se realiza la repartición de un territorio; aspectos internos que han
creado como originalidad de su cultura, que han hecho suyos y que en el transcurso del tiempo muchas de
sus costumbres se mantienen hasta la actualidad.
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